EL TERCER OJO
Ojo Derecho:
El día
estaba nublado. El piso húmedo por la lluvia.
La calle está
asfaltada hasta la senda peatonal, donde comienza el adoquinado.
Los árboles
más cercanos tienen pocas hojas y de color naranja o pardo. Los más lejanos están
repletos de verdes hojas.
Hay un
camión y varios autos estacionados cruzando la calle.
Hay dos
mujeres en una de las esquinas. En esta misma hay un lugar con un cartel con la
leyenda “Panadería”. Hay muchas casas bajas.
Ojo Izquierdo:
Desde que soy
bebé que veo esta esquina. Cada vez que salgo lo más seguro es que pase por
esta.
Siempre me
encantó el adoquinado, por lo que lamento que se haya sacado en gran parte para
reemplazarlo con asfalto. Hasta este punto lo levantaron aprovechando la
pandemia, para venderlo amigos de quienes dirigían esta obra. Por suerte los
vecinos se quejaron y quedó una parte con este estilo en forma de abanicos tan
característico de mi barrio. Contrasta el adoquín viejo con el nuevo asfalto.
El camión
es de una de las empresas del barrio, que está a media cuadra. Una empresa de
quesos, “Barraza”. Siempre me parecieron imponentes por sus enormes bisagras de
metal.
Cuando
volvía o iba a la escuela me separaba en este punto de la compañera con la que
compartíamos curso y vivía cerca.
La
panadería tendrá ya casi diez años, pero siempre será para mí la nueva, ya que
justo en la otra esquina hay otra con más años que yo de vida. Antes era una
remisería, por lo que me genera cierta disonancia ver las definidas líneas
rectas que quedaron en el edificio en la actual panadería.
El barrio
nunca se inundó (menos cuando cerraron las compuertas de Juan B. Justo para que
no se inundara Palermo). Se lo atribuimos tanto al arroyo Maldonado como al
adoquinado que absorbe eficazmente el agua por los materiales que tiene debajo.
En la
esquina de la derecha recuerdo con cierto temor que una vez dejaron a la vista
en el suelo un extraño cubo negro. Al acercarme descubrí que era un cordero al
que le habían sacado los huesos y apretado para que adquiriera la forma de un
cubo. Probablemente era de los que viven en esa esquina que cada tanto cuelgan extraños
objetos en su puerta.
Tercer Ojo:
Es viejo el
adoquín, pero nuevo el asfalto.
Es un
barrio porteño (se deduce por el tamaño de las esquinas y el tipo de cartel que
señala el nombre de la calle) residencial de casas bajas.
Es temporal
el suelo mojado por la lluvia y el cielo nublado.
También es
un instante de las dos mujeres que están por cruzar la calle.
Detrás del
container hay un graffiti de “All Boys” como se puede apreciar, debido a la
cercanía del club.
Parece un
lugar tranquilo, lo suficiente para que quien saca la foto esté parado en medio
de la calle.
Parece y es
una imagen sacada hoy en día, por la ropa de las mujeres y el diseño de los autos.
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